AUDIENCIA CON EL DIABLO
¿Por qué un empresario de la comunicación se atreve a denunciar a un periodista? ¿De qué manera puede entenderse que el dueño de un multimedios que se define como independiente, y que se dice defensor de la libertad de expresión, pretenda silenciar a un comunicador?
El 8 de agosto de 2013 Héctor Magnetto, CEO del Grupo Clarín, debía verse cara a cara con Víctor Hugo Morales, a quien había denunciado ante la justicia. Aunque el encuentro entre ellos, en verdad, no se produjo, la situación reflejó como pocas el estado actual en materia de medios de comunicación.
El 12 de junio de 1989 cambió la historia argentina. En La Rioja, el presidente electo, Carlos Menem, se reunía con Héctor Magnetto. Allí, juntos, delinearon el futuro del país. Desde entonces, y durante casi quince años, el Estado sería un esqueleto, devorado por las privatizaciones. Y Clarín resultaría uno de los mayores beneficiados.
Para sostener las profundas desigualdades que han azotado América Latina desde hace décadas, es preciso contar con una poderosa maquinaria de construcción de subjetividad que legitime esas desigualdades. Los medios hegemónicos, con su arsenal de diarios, canales de noticias, radios y sitios de Internet, son esa maquinaria.