POR QUE ME GUSTAN TANTO LOS RUSOS
?Cuando un ruso dice que su país tiene todos los elementos de la tabla de Mendeleiev, no habla sólo de minerales, y esa es la idea de lo ruso que buscamos los atacados por esa fiebre: ese demencial termómetro emocional que va más allá de lo concebible para arriba y para abajo en la escala térmica?.
En su último encuentro con Juan Forn, cuenta Sylvia Iparraguirre que este le confió: ?Tengo una novela corta; va a ser la introducción a las contratapas rusas?. ?Contámela?, le dijo ella. El relato fue literario. Reproducido aquí en el magnífico prólogo de Iparraguirre, funciona como la entrada perfecta a esta reunión de textos que Forn escribió sobre los autores rusos en sus célebres contratapas, en las notas largas del suplemento Radar y en varios prólogos de libros. Por qué me gustan tanto los rusos responde a la pregunta que Forn se hizo cuando se reencontró con esa especie única de escritores en su vida nueva en Villa Gesell, adonde se mudó tras sufrir una pancreatitis en 2001. Allí se transformó en un lector aún más voraz, dedicado de lleno a lo que más le apasionaba: tirar del hilo de historias que cruzaran tragedia y comedia, biografía y ensayo literario, seres comunes y personajes extraordinarios que parecían estar esperando ser contados por su maravillosa imaginación de novelista y su precisión de gran narrador. En su fervor por los rusos se condensa la admiración del autor de María Domecq por una ética y una estética particulares, por el lugar primordial otorgado en esas tierras al arte y la literatura, a la libertad y la alegría, al heroísmo en la lucha contra todo poder opresor. Esta nueva recopilación permite apreciar su búsqueda constante para dar con el tono perfecto, ese que lo acerca a un público lector cada vez más amplio y ávido de seguir la conversación que le proponía. Este libro, que Emecé publica en forma póstuma con bellísimas ilustraciones de Miguel Rep, es una invitación a que ese intercambio perdure.