SUCEDIO UN VERANO
Piper Bellinger es una influyente del mundo de la moda y su reputación de alocada hace que la persigan los paparazzi. Tras acabar en el calabozo por organizar una fiesta ilegal con demasiado champán en la azotea de un hotel; su padrastro decide que esa es la gota que colma el vaso. De modo que la deja sin dinero y para que aprenda lo que es la responsabilidad; la envía¿ al estado de Washington; donde acabará regentando el bar de su difunto padre junto con su hermana. Piper no lleva ni cinco minutos en Westport cuando conoce a Brendan; un corpulento y barbudo capitán de barco; que cree que no durará ni una semana lejos de Beverly Hills. ¿Qué pasa si es una negada con las matemáticas y si la idea de dormir en un piso cochambroso con literas le da escalofríos? Tan malo no puede ser; ¿verdad? Está decidida a demostrarle a su padrastro; y también a ese capitán de barco tan guapo y gruñón; que es más que una cara bonita. El problema es que está en un pueblo pequeño y se cruza con Brendan cada dos por tres. La extrovertida reina de las fiestas y el pescador gruñón son polos opuestos; pero la química que surge entre ellos es innegable. Piper no quiere distracciones; ni mucho menos sentir algo por un hombre que se pasa semanas faenando en el mar. Sin embargo; a medida que reconecta con su pasado y empieza a sentirse como en casa en Westport; empieza a plantearse si la fría y glamurosa vida que ha llevado hasta el momento es la que desea de verdad. Aunque siente la llamada de Los Ángeles; tal vez Brendan y ese pueblo lleno de recuerdos hayan conquistado su corazón.