RECURSOS HUMANOS
Todas las esperanzas de Gabriel Lynch se encontraban depositadas en un ascenso a la gerencia que le fue negado. Peor au?n: su falta de talento y su mala fortuna ni siquiera le permitieron estar dentro de la terna de candidatos. Y Constantino, prototipo del nin?o mimado y con «palancas», no solo le gano? el puesto sino tambie?n los favores de la colega con la que sali?a. Esa fue la ofensa final. Gabriel se niega a seguir siendo un espectador del e?xito ajeno y decide hacer pagar a su superior las afrentas e injusticias de las que se siente vi?ctima. Pues, si bien carece de poder, «le sobra el odio». Divertida, dura e implacable sa?tira, en Recursos humanos la ambicio?n, los golpes bajos, los desquites, los privilegios de clase, el sexo y las disputas ma?s mezquinas sirven para entender el chismoso mundo de las oficinas como todo un microcosmos de las pasiones humanas.
Antonio Ortun?o, una de las voces mexicanas ma?s importantes del panorama literario actual, aborda con ironi?a y sarcasmo la delirante guerra de guerrillas de un empleado contra su mayor enemigo: su carencia total de recursos.