BRAVAS
Alicia Eguren y Pirí Lugones fueron escritoras, periodistas, editoras,
traductoras y conspiradoras. Protagonistas de una violencia que
consideraron una fatalidad, se involucraron de lleno en la construcción
de un destino colectivo de justicia y solidaridad, y participaron de
todos los debates sobre el destino de la Argentina, América latina y el
Tercer Mundo.
Alicia y Pirí nacieron en los años veinte. Alicia, primogénita de una
familia de profesionales de cuño radical y peronista; Pirí, nieta del
gran poeta nacional Leopoldo Lugones, intelectual del régimen de la
derecha conservadora y golpista de los años 30, e hija del policía que
introdujo de la picana eléctrica para la persecución de opositores.
Ambas estudiaron Filosofía y Letras, lucharon contra el sometimiento de
las mujeres, creyeron en el sexo libre y conocieron el amor entre las
sábanas de la revolución junto a intelectuales y militantes de fuste:
John William Cooke y Rodolfo Walsh.
Ambas fueron nacionalistas, guevaristas y defensoras de la epopeya
rebelde en Cuba.
La vida de Alicia estuvo marcada por clandestinidades, destierros y
pérdidas. La vida de Pirí por pasiones, desafíos y suicidios.
Las dos iluminaron la vanguardia cultural y política de los años sesenta
y setenta en la Argentina.
Perseguidas y asesinadas por la dictadura militar, ambas se merecen esta
memoria.