UN ACTO VERGONZOSO EL GENOCIDIO ARMENIO Y LA CUESTION DE LA RESPONSABILIDAD TURCA
La descripción del autor comienza en el siglo XIX, época en la cual cerca de dos millones de armenios vivían en el Imperio Otomano. Algunos de ellos en grandes ciudades como Estambul o Esmirna, pero la gran mayoría residía en zonas rurales de la antigua Armenia histórica y Anatolia central. Ya desde entonces, los armenios se hallaban en una particular situación de vulnerabilidad, como cristianos viviendo en el corazón de un imperio musulmán, sujetos a restricciones tales como impuestos especiales, extorsiones y amenazas continuas.
A medida que el imperio fue perdiendo territorios en el transcurso del siglo (Grecia, Serbia, Montenegro, Bulgaria, Rumania, Bosnia, etc.), las sucesivas humillaciones fueron erosionando la confianza de los turcos, situación que llevó a la pérdida de la tolerancia. Así, los asaltos de los musulmanes contra los cristianos se incrementaron a través del su técnica imperialista y se impusieron los prejuicios contra los armenios, la otrora "nación fiel" del sultán.
Bajo el amparo de la Primera Guerra Mundial, se llevaron a cabo las primeras masacres que se ganaron el nombre de genocidio. Más de un millón y medio de armenios fueron asesinados a través de la inanición, marchas forzadas, el exilio forzoso, y asesinatos en masa. Los autores del genocidio, en un comienzo turcos otomanos y luego los fundadores de la Turquía moderna, explicaron estas muertes (en número mucho menor al real) calificándolas como "consecuencias accidentales de una guerra".
Uno de los pocos historiadores turcos en reconocer, investigar y pronunciarse sobre el genocidio de los armenios es, precisamente, el Sr. Taner Akçam, quien siguiendo la cadena de acontecimientos que condujeron a los asesinatos reconstruye su ejecución sistemática por parte de funcionarios gubernamentales, funcionarios públicos, mercenarios, las milicias estatales y el ejército Turco. Mediante una investigación meticulosa y el análisis de documentos inéditos, Akçam también pone de manifiesto y señala las razones que frustraron el enjuiciamiento de los culpables materiales e intelectuales.