LA MAQUINA DELEUZE
Deleuze irrumpe en el pensamiento del siglo veinte como una tempestad.
Impone a su paso
nuevas posiciones, nuevas actitudes, nuevas palabras, nuevas condiciones
de lectura.
Este libro es literalmente una máquina que transporta en todas las
direcciones que Deleuze inspira las formas menos previsibles del
pensamiento filosófico y también sus proyecciones sobre el suelo de la
literatura, ya sea específicamente técnicas o biográficas. Como dice
Tomás Abraham en el prólogo, hay un Deleuze edificante, un Deleuze
sísmico
y, a partir de éstos, hay contemplaciones de lucidez extraordinaria y
aludes que aglutinan cadenas de pensamiento.
El Seminario de los Jueves de Tomás Abraham era el equipo perfecto, el
dream team capaz de concentrar todas las heterogeneidades del
pensamiento de Deleuze para conseguir
esta máquina que funciona de muy diversas maneras, de acuerdo con los
flujos y las intensidades, las apetencias y los requerimientos de los
distintos autores y lectores. Y que alimenta a su vez una fuente
inagotable de ideas.