APRENDER A VIVIR JUNTOS
La diversidad y la inclusión tienen sentido si dejamos de creer que el estudiante es un ignorante, alguien que está en falta; las diversidades y las inclusiones son potentes si los sistemas jurídicos avanzan por la justicia, si nos dejan vivir en libertad, si los políticos no desaparecen los impuestos, si podemos decir nuestras ideas sin riesgo a ser perseguidos o expulsados de nuestro trabajo, de la institución formativa o de nuestro país mismo, si no nos fastidian, si nos enseñan a vivir en las diferencias, si nos formamos para vivir juntos.
Estar juntos, estar entre varios, estar entre diferencias no es consecuencia de una relación jurídica, ni del voluntarismo enceguecido por su propia probidad, ni de algún virtuosismo particular: se trata de la contigüidad entre los cuerpos es decir: el roce, la fricción, la caricia, el toque, etcétera cuyo límite es doble: no podría derivar hacia la asimilación o la fusión de dos, ni hacia la violación o el ultraje del otro.
Carlos Skliar (PhD). Flacso, Argentina